Trabajadores de YAZAKI: «Nos podrán quitar el trabajo, pero nunca nuestra dignidad»

En el marco de un paro organizado por la Unión Nacional de Trabajadores del Metal y Ramas Afines (UNTMRA), con el apoyo del sindicato de YAZAKI y la Confederación de Sindicatos Industriales (CSI), se llevó a cabo esta mañana una gran movilización frente al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) en rechazo al cierre abrupto de las fábricas YAZAKI / TOYOTA, que dejó a más de 1200 trabajadores y trabajadoras sin empleo.
Bajo un sol abrasante y con temperaturas cercanas a los 27 grados, cientos de personas se reunieron frente al escenario instalado por la CSI y la UNTMRA. Entre aplausos, muestras de solidaridad y con muchas personas visiblemente emocionadas, los trabajadores de YAZAKI recibieron el respaldo de sindicatos como SUNCA, FUM-TEP, FENAPES, COFE, SUTEL, FANCAP, y ASCOT, entre otros.
Aunque inicialmente se había previsto que la concentración terminara allí, una vez concluidas las oratorias, Marcelo Abdala, presidente del PIT-CNT, invitó a los presentes a trasladarse a la Torre Ejecutiva, donde se celebraba un Consejo de Ministros ampliado.
La intervención de Abdala
El presidente del PIT-CNT denunció la “indignante” actitud de quienes intentan culpar a los trabajadores por el cierre de YAZAKI, destacando que el verdadero problema radica en un sistema económico que pone la acumulación de capital por encima de la vida de las personas.
Abdala recordó el compromiso y la solidaridad de los trabajadores de YAZAKI, asegurando que no estaban solos y que el movimiento obrero estaba firmemente con ellos. “Una vez más, las reglas del sistema han hecho que una transnacional, que se benefició de las riquezas generadas por sus trabajadores, abandone el país, dejando a miles de personas sin empleo y sin su espacio de socialización”, señaló.
Criticó la decisión de YAZAKI de cerrar sus plantas sin previo aviso, tras haber generado falsas expectativas en los trabajadores. Lamentó que las transnacionales prioricen sus intereses sobre los derechos de los empleados y defendió la necesidad de una reflexión profunda sobre el sistema que permite estas situaciones.
Desafíos para el futuro de la industria en Uruguay
Abdala también planteó que el cierre de YAZAKI pone de relieve la debilidad del MERCOSUR y de Uruguay en cuanto a la regulación de la industria automotriz, e insistió en la necesidad de crear una estrategia de desarrollo industrial en el país. Subrayó que Uruguay debe avanzar hacia una industria autopartista y automotriz propia para evitar que empresas extranjeras continúen explotando las condiciones favorables del mercado sin retribuir a la economía local.
Afirmó que es urgente que el nuevo gobierno, que asumirá el 1° de marzo, convoque a una mesa de negociación tripartita para abordar esta problemática y establecer un marco que garantice un trabajo digno en la industria.
Respuesta de los dirigentes sindicales
Por su parte, Danilo Dárdano, presidente de la Confederación de Sindicatos Industriales, lamentó que la reapertura de las fábricas fuera casi imposible, pero recalcó que la lucha no terminaría. Criticó duramente al director Nacional de Trabajo, Federico Daverede, quien, según Dárdano, favoreció a la empresa en lugar de apoyar a los trabajadores.
Dárdano advirtió que el cierre de YAZAKI no es un hecho aislado y que se está orquestando una campaña contra el movimiento sindical. Hizo un llamado a la unidad de todos los trabajadores para resistir este ataque y aseguró que no permitirían que se divida al movimiento popular. Resaltó que el trabajo no debe aceptarse a cualquier precio, señalando que muchos trabajadores no ganan lo suficiente para vivir dignamente, mientras algunos responsables de las políticas laborales disfrutan de grandes salarios.
El compromiso de seguir luchando
Carlos Martínez, trabajador de YAZAKI y miembro del Ejecutivo Nacional de la UNTMRA, relató el doloroso momento en que los empleados recibieron la noticia del cierre, sin previo aviso y en pleno cumplimiento de su trabajo. Aseguró que, a pesar de las dificultades, seguirán luchando por sus derechos y por los de sus compañeros, reafirmando que no permitirán que se les arrebate su dignidad.
Pamela Ruiz, secretaria de la Confederación de Sindicatos Industriales, también expresó su solidaridad con los trabajadores de YAZAKI, destacando que este cierre es parte de un problema más grande que afecta a muchas familias en diferentes sectores industriales.
Conclusión:
Los trabajadores de YAZAKI, junto con sus sindicatos y organizaciones solidarias, han dejado claro que no se rendirán ante esta injusticia. Aunque el cierre de las fábricas es un golpe duro, siguen comprometidos con la lucha por trabajo digno, por la regulación de la industria en Uruguay y por la dignidad de todos los trabajadores.